Mis expresiones artísticas son una forma de contar mis sentires, vivencias, sueños y el deseo de conectarme con el entorno; soy una persona en constante búsqueda.

Encuentro un encanto que me hace seguir adelante en la exploración de materiales, técnicas y temas. Busco aprender nuevas formas de expresar mis sentimientos y el de otras personas de manera más efectiva.

Veo el arte como una forma de expresión personal y una pasión que me ha hecho sentir alegre, enérgica, agradecida, asombrada y satisfecha con lo que hago. Siempre en continuo aprendizaje y sin miedo al error ni a fallar pues así he podido descubrir nuevas formas de expresión, mejorar las ideas, explorar e innovar.

Mi obra es un reflejo de mi curiosidad, mi creatividad y del disfrute por las manualidades, la pintura, el dibujo, el collage y el juego con pequeñas y sencillas herramientas que están al alcance.

Al hacerme docente di rienda suelta a mi pasión por experimentar y jugar con los materiales y objetos sencillos que hacen las veces de pincel. Ver a mis estudiantes crecer y desarrollar sus propias voces artísticas ha sido increíblemente gratificante, pues mi crecimiento en el arte ha ido a la par con mi labor. Es maravilloso observar cómo se iluminan los ojos y los rostros cuando descubren sus talentos, y cómo este pequeño gran detalle nos motiva a continuar el proceso que me ha hecho sentir que soy mejor docente que artista.

Para mí, el laboratorio del mundo artístico ha sido emocionante y dinámico en el campo espiritual, ecológico, familiar, simbólico y mítico.

Mi proyecto artístico ha oscilado entre lo abstracto y lo figurativo, y con esta combinación he intentado agregar significado y contexto a las obras.

Abrazar la incertidumbre y el riesgo liberó mi creatividad y mejoró mis producciones.