La obra de Beatriz Elena Ramírez Duque propone un viaje poético y visual que articula tradición, identidad y espiritualidad femenina a través de seis piezas emblemáticas que dialogan entre sí, construyendo un corpus simbólico profundo e interconectado.

Cada una de estas piezas —Hay muchas cosas que aprender, Mi sentir, Mujer, tradición, universo, Señora y mola, Sentir Ancestral y Soñar cualquier cosa— se centra en la búsqueda introspectiva de lo femenino como motor narrativo: una memoria viva, colectiva y ancestral. En conjunto, configuran un cuerpo visual donde la tradición es reinterpretada desde una mirada íntima y contemporánea.

Ramírez Duque emplea técnicas mixtas —acrílico, óleo, técnica mixta, collage, uso de chaquiras, marcadores y texturas manuales— para crear superficies densas, detalladas y cargadas de simbolismo. Estas elecciones materiales evocan lo ceremonial indígena y las prácticas ancestrales, mientras que la pintura y el collage ofrecen una aproximación contemporánea al legado femenino.

Aunque cada pieza tiene su propio título, el conjunto emerge como un diálogo entre lo íntimo y lo colectivo, lo ancestral y lo onírico. La repetición de motivos, colores vibrantes y texturas otorga una unidad visual que sugiere continuidad, ritualidad y resonancia cultural.

La artista trabaja desde una antropología visual: investiga narrativas históricas invisibles y las transforma en una forma visual cargada de poesía. Cada obra invita a reflexionar sobre el cuerpo, la memoria y el legado femenino, proyectando gestos heredados desde lo vital hacia lo simbólico, desde lo ancestral hacia la forma estética contemporánea.